Ha
constituido un verdadero remezón político y administrativo. A casi 20 años de
su creación, el ministerio de Defensa no había funcionado como debía: órgano
central del Sistema de Seguridad y Defensa Nacional. Superposición y
duplicación de funciones, burocratización y también indicios de corrupción, son
algunos de los problemas que encontró la nueva gestión.
Esto
la llevó a adoptar una triple política que comprende transparencia, gestión por
resultados y rendición de cuentas a la ciudadanía; todos ellos, aspectos
indispensables para un sector público tan importante institucional y
presupuestalmente hablando, pero sobre el cual no se percibía una adecuada
conducción y control político por parte del Ejecutivo y el Legislativo, y que
en algunos ítems administrativos tampoco era percibido como parte de la
estructura estatal. Es por ello que se va a ampliar la cobertura del Sistema
Integrado de Administración Financiera del Estado (SIAF) a absolutamente todas
sus dependencias.
Del
mismo modo, se ha anunciado la aprobación de un llamado “Núcleo Básico Eficaz
para la Defensa Nacional”, para el que se invertiría la suma de US 650 millones
en los próximos cinco años y cuyo objetivo sería recuperar un nivel importante
de las capacidades operacionales de nuestras FF.AA., para que a su vez el país
recupere una postura disuasiva real y creíble, que hoy – lo he dicho muchas
veces – es inexistente. Ese monto, en vista de la realidad fiscal peruana,
resultaría excesivo si se nos dijera que se destinará anualmente; en otras
palabras, si al final de este gobierno alcanzase la suma de US 3,250 millones,
pero el problema que veo es que, como va a ser en un lustro, va a ser
insuficiente para lo que debemos volver a poner en condiciones de
operacionalidad. Veamos:
- Fuerza Aérea. En la guerra moderna, es la clave de cualquier esquema disuasivo y, desgraciadamente, se encuentra en un lamentable estado de operacionalidad. Ninguna Fuerza Aérea del mundo se halla siempre en un 100% de operacionalidad, siendo lo ideal un 80%. Con suerte, estamos en el 15%. Necesitamos repotenciar y modernizar los Mirage-2000, Mig-29, Sukhoi-25 y Tucano (olvidémonos de los Sukhoi-22 y A-37); darle un upgrade a nuestra defensa aérea y recuperar nuestras capacidades de guerra electrónica.
- Armada. La mundialmente reconocida excelencia de nuestra Fuerza de Submarinos, constituía el elemento verdaderamente disuasivo. Nuestros 6 submarinos necesitan ser modernizados y repotenciados. Nuestras unidades de superficie necesitan ser remotorizadas y dotadas de capacidades antiaéreas y antisubmarinas.
- Ejército. Que se olvide de los T-55, hoy material reciclable. Necesita renovar su aviación, capacidades antiaéreas y antitanques (pese a que los RPG-29 no lo son, supongo, espero, confío en que ya estén planificando la compra de algunos miles), de comunicaciones e incrementar sus fuerzas especiales.
Si a
todo esto le añadimos la urgente necesidad común de un satélite de
comunicaciones y observación, los US 650 millones son y serán insuficientes. Lo
dejo como reflexión.
(*) Alberto Bolívar. Diario La Primera. 11/Oct/06
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