Ya lo han anunciado: las Casas del ALBA pronto se convertirán en organismos no gubernamentales, ciertos gobiernos regionales quieren implantar los métodos de alfabetización cubano-venezolanos-bolivianos, el Banco del Sur quiere abrir sucursales en nuestro territorio y por último, también quieren que la televisión “bolivariana” se vea en el Perú.
No es que en La Habana o Caracas pequen de cándidos y que por ello nos muestran cuáles son sus cartas a jugar. No es eso. Sucede que nos conocen muy bien, en especial a nuestra Cancillería (mientras ésta siempre se apresta a jugar badmington, estos y otros actores ya nos están jugando fútbol americano) y saben de los temores – algo comprensibles - de nuestro presidente: que ante el hipotético escenario de una (torpe) guerra de los EE.UU. contra Irán, el precio del barril de petróleo se dispare hasta los 200 dólares. Es consciente que si el precio del crudo alcanza esa cifra, casi toda Latinoamérica – empezando por Brasil y Argentina - estará de rodillas ante la Venezuela chavista. Tal escenario traería por tierra todas las previsiones de crecimiento y desarrollo establecidas hasta el 2011, y alimentaría a una miríada de fuerzas desestabilizadoras. Dicho de otra forma, García debe estar pensando: “Si el infierno va a desbordarse, no estaría de más estar en buenas migas con el diablo”.
Convirtiéndose en ONGs, las Casas del ALBA se formalizan y aunque ello – teóricamente – permitiría a nuestro Estado ejercer algún tipo de control, en los hechos sería fútil porque como son tantas, dispersarían las pocas e ineficientes acciones que intentara.
Con los programas de alfabetización masificarán la difusión y proyección de contenidos ideológicos muy “progres”, diseñados en Cuba y financiados por Venezuela. Así atraerán y convencerán a incautos y radicalizarán aún más a los ya convencidos. La masa crítica de legitimidad de la que vengo advirtiendo en las últimas semanas, crecerá.
El Banco permitirá canalizar fondos a las ONGs radicales, pero sobre todo a miles de individuos, en una estrategia tipo “hormiga” que hará prácticamente imposible aplicar acciones de inteligencia financiera. Además, ofreciendo créditos a intereses muy por debajo de los del mercado, atraerán a personas de extracción popular, muchas de las cuales serán invitadas “a acercarse” a las Casas del ALBA.
Por último, la llegada de la televisión chavista será la cereza que corone la torta desestabilizadora que se viene cocinando ante nuestras narices. Si nos preocupaban tantas radios – principalmente en provincias – que destilan odio de todo tipo por el dial, ahora esos y peores contenidos irán acompañados de imágenes.
Tomemos conciencia que Chávez es sólo el músculo de una gran estrategia diseñada en La Habana, que busca desestabilizar a toda la región y abrirle un peligroso nuevo frente a Washington, y logremos que nuestros servicios de inteligencia funcionen como un verdadero sistema y no como la pantomima del mismo que son ahora. La penetración cubano-venezolana-boliviana es a través de operaciones encubiertas que deben desbaratar, así ello nos cueste afectar grave o definitivamente las relaciones con esos países.
(*) Alberto Bolívar. Diario EXPRESO. 07/Feb/08
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